Este documento fue encontrado bajo una bandeja de desayuno en la habitación 214. Lo que revela es brutal, pero útil. Léelo solo si alguna vez apagaste fuegos en tu negocio.

Costes Emocionales y Financieros del Desastre Evitable

October 07, 20255 min read

[DOCUMENTO INTERNO. ACCESO RESTRINGIDO. NO DIVULGAR A PROPIETARIOS HIPERSENSIBLES]

Emitido por: Oficina Imaginaria de Prevención de Catástrofes Hosteleras
Fecha: Cualquier lunes en el que todo pudo evitarse
Destinatario: Tú, que sabías lo que pasaba… pero no lo viste venir


ASUNTO: LA LEY INFRANARRADA DE LA HOSTELERÍA MODERNA

“Lo que no previenes te explotará en viernes a las 21:00, con el jefe de sala de baja y el lavavajillas estropeado.”


PARTE I: EL INVENTARIO DE SITUACIONES QUE NADIE VIO VENIR (PERO ERAN PREVISIBLES)

  1. La camarera nueva que no sabe cómo se sirve el tartar y pregunta delante del cliente.

  2. El aire acondicionado que muere el mismo día que llegan los turistas alemanes.

  3. El cliente que se intoxica con el “pescado fresco del martes”… servido en domingo.

  4. El proveedor que te dice “no llego hoy” justo el día que hay boda.

  5. El cocinero estrella que dimite por WhatsApp con el emoji del fueguito.

¿Te suena alguna?


PARTE II: HIPÓTESIS PRINCIPAL DEL INFORME

Prevenir es menos sexy que solucionar, pero infinitamente más rentable.

Y sin embargo, seguimos prefiriendo la adrenalina de apagar fuegos a la paz de tener extintores revisados.

¿Por qué?

Porque planificar aburre.
Porque entrenar al equipo da pereza.
Porque hacer checklist suena a curso de aeromoza.

Y claro.
Luego vienen los sustos.


CASO REAL: LA TORTILLA QUE SALVÓ UN MATRIMONIO (O CASI)

Una pareja llega al hotel. Celebran aniversario.
Todo va bien hasta que el desayuno no tiene tortilla.

Parece menor.
Pero ella ama la tortilla.
Y él juró que este viaje sería perfecto.

Resultado:
Discuten. Ella llora.
Él escribe reseña de una estrella.
El director descubre que el cocinero que sabe hacer tortilla está de vacaciones.
Y que nadie más sabe girarla sin que parezca huevo revuelto.

Coste de la no-prevención:
– Una reseña destructiva
– Dos clientes perdidos
– Un equipo estresado
– Y una tortilla que pudo ser ensayada la semana anterior


SECCIÓN DE AUTOEVALUACIÓN RÁPIDA (RECOMENDAMOS RESPONDER SIN MENTIR)

  1. ¿Hace cuánto no haces un simulacro real de fallo operativo?

  2. ¿Tu carta tiene más de un plato que solo sabe preparar una persona?

  3. ¿Qué haces cuando alguien falta sin avisar? ¿Rezas o reaccionas?

  4. ¿Tus procedimientos están escritos o viven solo en la cabeza de una persona que, casualmente, está de vacaciones?

Si has respondido “no lo sé” a más de dos, este informe va por ti.


EL FENÓMENO DEL "YA VEREMOS"

Está científicamente demostrado (por ningún estudio real, pero igual es verdad) que el “ya veremos” es el responsable del 76% de los dolores de cabeza en hostelería.

“¿Y si se enferma el chef?”
— Ya veremos.
“¿Y si falla el TPV?”
— Ya veremos.
“¿Y si hay una queja por ruido?”
— Ya veremos.

Y luego vemos… fuegos.
Literal y figuradamente.


TEORÍA DE LAS PEQUEÑAS BOMBAS

Un negocio no se hunde por un desastre épico.
Se resquebraja por una acumulación de mini dramas mal gestionados.

– Una reserva que se perdió.
– Una alergia mal apuntada.
– Un camarero que contesta mal.
– Una carta que nadie entiende.
– Un cliente que se fue raro… y tú no preguntaste por qué.

La prevención es lo que separa un negocio caótico de uno sólido.
Aunque por fuera los dos tengan copas bonitas.


CUESTIONES EXISTENCIALES PARA DIRECTIVOS CON VALENTÍA

Tercera pregunta de reflexión:
¿Estás entrenando a tu equipo para reaccionar… o para anticiparse?

Cuarta:
¿Tu negocio tiene protocolos… o solo personas que hacen lo que pueden con buena voluntad?


EJEMPLOS DE PREVENCIÓN QUE NO CUESTAN NADA (Y CAMBIAN TODO)

– Un briefing diario de 4 minutos con foco claro
– Una reunión mensual de “si yo fuera cliente, me quejaría de…”
– Una tabla compartida de “cosas que casi salen mal”
– Un ensayo de cómo actuar si el sistema de reservas falla
– Un entrenamiento cruzado entre sala y cocina
– Un check simple: ¿qué puede salir mal esta semana?


OBSERVACIÓN CLAVE DE UN SABIO DESCONOCIDO

“Lo que no planificas, lo sufrirás.
Y lo que no repites, lo olvidarás.
Y lo que no anotas… se convertirá en mito urbano entre turnos de cocina.”


CONCLUSIONES DEL INFORME CONFIDENCIAL

  1. La prevención no es glamour.
    Pero es rentabilidad silenciosa.

  2. Lo que hoy te da pereza hacer, mañana te costará dinero, reputación y salud mental.

  3. No hace falta volverse paranoico. Solo ser profesional.

  4. Si no tienes tiempo para prevenir, prepárate para tener tiempo de sobra cuando cierren por falta de clientes.


ADJUNTO FINAL: MANIFIESTO DE LA PREVENCIÓN HOSTELERA

“Declaro que, a partir de hoy…”

– Preguntaré qué puede salir mal antes de asumir que todo irá bien
– Reuniré al equipo aunque no sea viernes de donuts
– Haré simulacros sin que lo sepan (sí, soy así de salvaje)
– Aceptaré que lo que no escribo, no existe
– Me grabaré diciendo: “esto lo podríamos haber evitado” para reproducirlo cada lunes


ÚLTIMA REFLEXIÓN (LA QUE NO QUERÍAS LEER PERO NECESITAS)

Los negocios que brillan no lo hacen por magia.
Lo hacen porque se ensayó cada detalle hasta que pareció natural.

Y si tu negocio parece improvisado… es porque lo es.


¿Quieres paz mental, clientes felices y un equipo que no tenga miedo de los viernes por la noche?

Entonces no esperes a que algo explote para actuar.
Haz que prevenir sea tu deporte diario.
Tu ritual.
Tu ventaja.

Porque en hostelería —y en la vida— la prevención no es un lujo.
Es lo que te salva el negocio cuando nadie lo está mirando.

Eva

Back to Blog