
Cuando el ‘trend’ dura menos que un suspiro
Luces, cámara… ¡moda exprés!
Hoy, las tendencias van a la velocidad de un TikTok: lo último que ayer prometía ser “the next big thing”, hoy ya es “esto dura una semana, nada más”. Las redes sociales nos han convertido en consumidores hiperveloz: lo queremos visualmente bonito, viral, efímero. ¿Qué fue de “esto va a cambiar todo”? Ahora es “esto dura tres días, ya vendrán otras diez cosas).
Viralidad culinaria: efímero, pero poderoso
Ejemplos hay muchos y cambian constantemente:
El ramen burger, ese híbrido entre hamburguesa y fideos que arrasó como visión futurista y luego… ¿se desinfló? Fue tendencia viral rápida, símbolo de lo insólito y apetitoso.
El Hot Honey, que unió lo dulce con lo picante, fue una explosión en el UK y más allá: posiblemente apareció y fue arrasador… y luego, ¿otros sabores captaron la atención?.
La presión del formato visual y “Instagram-friendly” ha disparado ideas como frappuccinos unicornio, menús secretos, hacks visuales… incluso 62 % de comensales chequea las redes antes de entrar a un establecimiento.
¿Adaptarse o naufragar?
Tras la pandemia, sobrevivir fue adaptarse rápido; esa habilidad se volvió esencial Aviko Food Service.
Restaurantes buscan ahora convertirse en espacios vivenciales: cenas temáticas, música en vivo, proyecciones, cocina en directo... todo para quedarse grabado en la memoria (y en el móvil) restaurantic.es.
Pero ojo: el empuje de las redes acelera las modas, y eso puede complicar la gestión operativa barrons.com.
El desafío del restaurador hiperconectado
Tú lo sabes bien: tus clientes ya no piden solo comida, exigen novedad, estética, “lo que se ve en redes hoy”.
Pero adaptar constantemente el menú,
invertir en ingredientes raros,
cambiar cartas según cada micro–tendencia...
puede hacer tambalear los márgenes,
confundir al equipo o fragmentar la identidad de marca.
Una hamburguesa gourmet puede volverse virulenta en Instagram, pero ¿es sostenible hacer smash burgers visuales una semana sí, otra también?
En un videopodcast reciente comentaban cómo las hamburguesas gourmet, visualmente hermosas, pueden llevar a una “burbuja gastronómica” que erosionaría la identidad local cadenaser.com.
¿Cómo surfear esta ola sin perderse?
Construir identidad: Sí, haz cosas bonitas y visuales, pero que sumen a tu marca, no que la diluyan.
Seleccionar con criterio: No todos los trends son igual de relevantes para tu cliente. ¿Qué aporta valor más allá del “like”?
Flexibilidad operativa: Ten un espacio para experimentar (por ejemplo, un plato semanal “influencer-friendly”), pero sin desordenar toda la estructura.
Sostenibilidad ante todo: Si algo tiene éxito, sí, adelante. Pero que haya planificación, previsión de costes, logística clara.
Comunicación auténtica: Explica a tus clientes por qué haces o dejas de hacer lo viral. Eso genera empatía y comprensión.
Vivimos en una era donde lo viral brilla tan fuerte como rápido desaparece.
Para ti, restaurador, es todo un ejercicio de equilibrio:
estar al tanto, innovar, adaptarte…
sin que tu operativa,
tus valores o tu marca
se despeñen en la velocidad del scroll.
Es una carrera en cámara rápida, pero tú tienes que seguir corriendo con paso firme y lento en lo que de verdad importa.
PD:
Por cierto —y esto lo llevo diciendo desde hace una década entera a mis estudiantes, aunque a veces crean que exagero—, no es lo mismo una moda que una tendencia.
La moda es un destello: intensa, atractiva y pasajera (como ese cliente que te dice que quiere todo “plant based” pero luego pide entrecot).
La tendencia, en cambio, es una corriente profunda, sostenida, que transforma comportamientos, hábitos y expectativas de forma duradera.
Y esto no es solo semántica: confundirlas puede costarte muy caro. Cuando tomes decisiones estratégicas en tu negocio, alinéate con las tendencias, no con los fuegos artificiales del momento.
Aquí van cinco ejemplos concretos:
Diseñar tu carta con criterio nutricional y emocional (tendencia), no llenarla de platos virales solo por el like (moda).
Invertir en formación continua para tu equipo (tendencia), en lugar de hacer una coreografía para TikTok con ellos (moda).
Apostar por tecnología que optimiza operaciones (tendencia), en vez de instalar pantallas en cada mesa porque “lo vi en un Reel” (moda).
Construir una cultura de empresa sana (tendencia), no poner un futbolín en la sala de descanso para parecer “cool” (moda).
Crear una experiencia de cliente coherente y memorable (tendencia), no servir comida en platos voladores porque “está de moda en Seúl” (moda).
Tu restaurante no es un desfile de pasarela. Es una empresa.
Decide con cabeza.